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Apolonio de Perga (262 ? a.C. 190 ? a.C.)

Vernor Arguedas T
Escuela de Matemática
Universidad de Costa Rica
 

 

 

 

Entre los estudiosos de la historia de la matemática las cuatro figuras más descollantes de la antigüedad clásica son: Euclides, Arquímedes, Apolonio y Pitágoras.

La mayor parte de la obra de estos autores y escuelas se han preservado gracias al aporte de las cultura  árabe, por medio de traducciones a esa lengua. Por ejemplo Ibn al-Haytham (965-1041) hace una reconstrucción del libro VIII de las Cónicas. Desafortunadamente en gran medida se han perdido incluso las fuentes árabes. Existe alguna posibilidad de 

encontrarse algún manuscrito en la Biblioteca del Vaticano o en San Lorenzo del Escorial, el tiempo lo dirá. Esas cajas selladas llenas de documentos deben poseer verdaderas maravillas.

 

El maestro Don Miguel de Guzmán dice en:

http://www.mat.ucm.es/deptos/am/guzman/apolonio/apolonio.htm

  “De los tres grandes matemáticos del helenismo, Euclides,  Arquímedes y Apolonio, este último ha sido el menos conocido  a lo largo de los  siglos. Aunque del personaje Euclides no sabemos  casi nada, su obra fue pronto  el paradigma de la sistematización  del saber matemático, la obra de los  fundamentos, y conservó  este halo por siempre. Arquímedes, por su genio  polifacético  y por las leyendas creadas alrededor de su persona, coronadas con  la historia de su muerte, es sin duda, de entre los tres, la figura  más conocida  universalmente. Apolonio representa la grandeza  técnica especializada, el  virtuosismo geométrico por excelencia.  Es verdad que su obra hizo olvidar lo que  antes de él se había  escrito en el campo de su mayor brillantez, las cónicas,  pero  por su carácter tan especializado y tan difícil, ni siquiera esta  obra  maestra, las Cónicas, se conoce hoy en su integridad y más  de la mitad de ella  permaneció oculta para el mundo occidental  hasta que fue publicada por Edmond  Halley en 1710.

    Los tres genios griegos de la matemática representan  una  nueva era y son verdaderos hijos de su época histórica.  El helenismo significa, tanto en política como en filosofía,  una auténtica fragmentación. En  política, el imperio de Alejandro  se fragmenta en reinos más o menos pequeños  que compiten en  ser dignos herederos de la tradición del siglo de oro helénico.  En filosofía se produce también una fragmentación del saber  unificado al que  Platón y Aristóteles, siguiendo el trazo de  la corriente pitagórica, aspiraron.  El saber orientado hacia  el hombre, con sus hondas conexiones con la estética,  ética,  religión, política,... cede el paso al saber especializado que  en  matemáticas viene a ser representado por Euclides, Arquímedes  y Apolonio, y muy  particularmente por este último. En el helenismo  se viene a producir un cierto  triunfo del especialismo sobre el  generalismo y uno puede preguntarse si no fue  ésta una de las  causas de la decadencia del saber matemático, entre otros  saberes,  que se produce a partir del siglo II en el mundo occidental.”  

Algo de manera fragmentada sabemos de Apolonio de Pega (hoy Murtina en Turquía). Posiblemente enseñó en Alejandría. De los fragmentos de sus obras  podemos citar algo:

Nos indica Don Miguel de Guzmán en la referencia citada Las Cónicas de Apolonio

 


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