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2.2        Configuración de la resolución de la pantalla de la computadora

 

El usuario también tiene la posibilidad de alterar la resolución de la pantalla de su computadora (desde que esta sea de un modelo que lo permita). Las pantallas más comunes, hoy día soportan resolución espacial de 640x480 pixels y resolución de color de 256 colores. Muchos modelos también soportan mejores resoluciones espaciales y de color.

 

            La figura 6 muestra, en la página de control (exhibida en pantalla llena), el resultado de modificar la resolución de la pantalla de 800x600 para 640x480 pixels. La imagen aparentemente queda "mayor" en la menor resolución y, por consecuencia, la página exhibida en la pantalla llena, pierde la visibilidad de ciertas informaciones (que fueron representadas por el rectángulo puntillado). Así, en la menor resolución, estas informaciones pueden ser accedidas utilizando la barra de scroll a la derecha de la ventana. Con todo, es probable que usuarios que estén apurados prácticamente no utilicen este recurso.

 

 

 

 

 

FIG. 6  La misma página en dos diferentes resoluciones espaciales de la pantalla.

 

 

            Proyectando una página en la menor resolución espacial (640x480), uno logra dejar visibles todas las informaciones más importantes. Estas permanecen visibles aún cuando la resolución es aumentada. Esto también es válido para que un diseño gráfico no pierda su identidad visual con el cambio de la resolución espacial.

 

 

 

 

 

 

 

FIG. 7  Otra página, criada por la autora, en dos diferentes resoluciones de color.

 

 

            La figura 7 muestra otra página criada por la autora, siendo exhibida con la pantalla configurada en dos diferentes resoluciones de color. El diseño de la página (hoy día en http://www.eca.usp.br), fue criado utilizando más de 256 colores. Al ser exhibido en una pantalla configurada para 256 colores, el browser ajusta los colores del dibujo para que se encajen en el limite de 256. Se puede percibir que en esta resolución, colores próximos son transformadas en el mismo color.  Esto puede ser observado en la faja horizontal transparente que atraviesa todo el dibujo de la figura a la izquierda. El color de esta faja, sobre el dibujo de la paleta y sobre el fondo blanco, cambia muy poco. Cuando la pantalla está en 256 colores (ver figura a la derecha), estas diferencias desaparecen y los colores de la paleta, de la faja sobre la paleta y, de la faja sobre el fondo blanco, son aproximadas para el mismo color.

 

            Este fenómeno puede traer problemas de visibilidad al modificar ciertos colores, además de alterar el efecto visual del proyecto original. Un texto sobre un color de fondo modificado puede presentar poco contraste, dificultando la lectura. Por otro lado, la reducción de la paleta de colores es normalmente hecha por el browser según el proceso de dithering, lo que puede introducir ruido en la visibilidad de la interfaz.

 

            Para evitar estos problemas es mejor proyectar páginas con hasta 256 colores. O mejor aún, utilizando algunos de los, o todos los, 216 colores que forman la paleta segura para browsers [WEINMAN,96]; solamente con ella se puede evitar el efecto de dithering en el ajuste de la palette hecha por el browser. Ciertamente esto es difícil en sitios que utilizan imágenes fotográficas, efectos de sombreado, degrades o efectos de transparencia. Si no se pueden evitar estos efectos o el uso de imágenes fotográficas, es aconsejable avisar al usuario sobre las condiciones de mejor visibilidad de aquella página, en particular, se le puede aconsejar el uso de pantallas configuradas con profundidad de bit (resolución de color) mayor o igual a 16 bits (65 mil colores).

 

            Para finalizar, se debe observar que usuarios en el mundo entero pueden tener sus browsers configurados de diferentes maneras. Esto hace que sea muy difícil para un diseñador tener control sobre cómo será exhibida una página. La impresión que da es que la interfaz cambia aleatoriamente de usuario para usuario.

 

            Como vimos, el usuario (lector) puede modificar algunos parámetros de visibilidad de la página en el browser, también puede modificar la resolución espacial y de color de su pantalla. Aunque, no siempre sabe como modificar estas características, o las modifica en su proprio beneficio a cada página visitada.

 

            Por otro lado, algunos usuarios, principalmente deficientes visuales, aumentan el tamaño de la letra para poder leer textos en la web con menor esfuerzo. Un diseño rígido no les permitiría tener acceso a ciertas informaciones publicadas. Querer minimizar las posibilidades de ajuste, que el usuario puede realizar en las características de exhibición de su browser, significaría sacarle esta opción a personas que necesitan de ella. Por eso, a pesar de que existen algunos métodos para intentar minimizar las posibilidades de ajuste de la interfaz por parte del usuario, en general, no constituyen una práctica ergonómica y ninguno trae una solución definitiva ni para los diseñadores, ni para los usuarios.

 

            ¿Podría ser elaborado un método flexible de diseño que atienda a todas las posibilidades de exhibición, manteniendo los objetivos del proyecto inalterados? ¿Sería esto deseable? Lejos de tener una respuesta definitiva, en los próximos ítems serán levantadas otras características que pueden traer más luz sobre el problema.

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