Dentro de la etapa de
INTEGRACIÓN, aparece el trabajo con
la contextualización de los problemas y el momento del desarrollo del
contenido, porque en función de las características de los problemas pueden
aparecer en diferentes momentos de la clase o depender del nivel de
profundidad con que se esté tratando un determinado contenido. Con todos esos
antecedentes el profesor puede, según sus consideraciones, utilizar el
problema contextualizado o no sobre la base de sus necesidades más
imperiosas. Lo que resta dentro de la
etapa de integración, es la estrategia para potenciar el proceso de formación
de valores desde la resolución de problemas. La relación entre los elementos
explicados en la etapa número cuatro se representan gráficamente de la
siguiente manera: Después de la aplicación de la
etapa de integración, se pasa a la número cinco denominada CONTROL PARCIAL. Es parcial en el sentido que controlará,
en lo fundamental, el nivel alcanzado por los estudiantes en las técnicas
para la resolución de problemas, ya que estas son un elemento esencial para
el logro del objetivo final y el nivel de desarrollo alcanzado en los
indicadores trabajados de manera explícita. Aunque el profesor debe estar
convencido que no se incide de manera fraccionada sobre la personalidad y que
desde el punto de vista teórico se puede incidir en todos los indicadores
seleccionados al mismo tiempo, en la práctica tal situación no resulta
viable; si se pretende dirigir y controlar el proceso de formación de
valores. En este momento el profesor
debe sustentar el criterio de que los indicadores potenciados explícitamente
no alcanzan todavía la posición esperada y quedan actividades que permitirán
el ascenso de los componentes de los valores. Para completar la acción sobre
los indicadores trabajados de forma explícita – y el resto de los indicadores
no abordado hasta ahora – deben tenerse en cuenta las siguientes etapas. La etapa número seis, llamada
SELECCIÓN, orienta al profesor para realizar la selección de los problemas,
fundamentalmente, contextualizados en función de: Los resultados del control
parcial realizado; las características de los problemas para favorecer la formación
de valores y del componente del valor que se pretende potenciar con mayor
fuerza. Esta etapa fortalece los
indicadores seleccionados y abordados en las etapas anteriores y actúa de
manera directa sobre el resto de los indicadores del valor en cuestión no
trabajados de forma explícita. Además, dará salida a un conjunto de
situaciones relacionadas con la presentación y tratamiento de nuevos
contenidos, a partir del planteamiento y solución de problemas prácticos de
carácter económico–social, político–ideológico y científico–medioambiental.
Contribuye, por otro lado, a asegurar
una verdadera sistematización de los contenidos dentro de cada unidad y a lo
largo del nivel, así como dejar simiente, en lo fundamental, dentro del
trabajo con todos los componentes de los valores. La estratificación de los
problemas en los términos antes descritos, está basada en una adecuada
estructuración de las diferentes actividades a realizar; por tanto, es
menester plantear que un determinado problema utilizado con un fin pudiera
emplearse con otro. Esto dependerá de la dirección en que el profesor oriente
la actividad y de las preguntas que formule. Revista
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